En pocos años, la tecnología para construir armas y bombas nucleares estará a disposición de quien pueda pagar por ellas. Estos artefactos, altamente letales en efecto masivo, tienen una cantidad de elementos que puede trasladarse por partes de un lugar a otro del mundo. Trasladar las piezas de una bomba nuclear, desde cualquier lugar del mundo hacia cualquier ciudad de EEUU, puede demandar algunos años.
Tal vez 5 o 6. Los técnicos, se demorarían algún tiempo en armar los artefactos y enterrarlos en cien ciudades de USA. Estas bombas podrán ser detonadas en cualquier momento y nadie puede decir que no se esté haciendo desde hace 10 años. No habrá guerra en el sentido convencional. Todos podemos imaginar aquel día que es imposible detener ni por obra del Seorimicuaro.
EEUU y sus aliados en 10 años perdieron las dos guerras: en Afganistán y en Irak. Pero eso es solo el comienzo; ambas regiones volverán a regímenes islámicos y la venganza contra occidente entrará en cuenta regresiva. Y falta poco para que sucedan esas cosas, de tal forma que los jóvenes de hoy lo verán.
El Islam le tiene más miedo a EEUU que al seorimícuaro. Desde el año 93 EE.UU. avisa que la respuesta será "aplastante" en caso de uso de armas de destrucción masiva contra ellos y sus aliados. Saddam tenía armas químicas, Siria las tiene, y varios más recibieron la advertencia, pero nunca las usan.
En un futuro mucho más próximo de lo que desearíamos, el tipo de atentado como el del 11 de septiembre de 2001 parecerá algo así como los arcabuces a chispa. Los islámicos ya están avanzando en la logística de fabricación de armas nucleares y en el plan de traslado e instalación bajo tierra en muchas ciudades de USA. Es imposible detectarlos y detener algo que será tan inevitable como letal. Nadie puede dimensionar lo que sucederá pronto y es imposible detener porque el odio de los musulmanes No tiene retorno.
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